Simple, Doble y Triple Ciego
Los estudios a ciegas o enmascarados buscan minimizar el sesgo que pudiera ocurrir por el conocimiento previo del grupo de estudio del cual se forma parte. Generalmente son pruebas controladas de nuevos medicamentos, o dosis, o procedimientos. Las pruebas o ensayos son usados para establecer la eficacia promedio de un tratamiento así como para conocer sobre sus efectos secundarios, si los hubiera.
Encontramos los siguientes tipos de estudios ciegos:
Simple Ciego: En este caso el paciente desconoce de qué grupo forma parte (qué fármaco, qué dosis o qué procedimiento le aplicarán), pero el médico y el analista investigador sí lo saben. De esta forma se evita el efecto placebo en los pacientes, quienes, se estima, presentarán resultados, verbales y sintomáticos, fiables, y no alterados por predisposición.
Doble Ciego: En estos estudios ni el paciente, ni el médico conocen de qué grupo forma parte cada paciente. Son asignados aleatoriamente, y, comúnmente, las dosis están preparadas e identificadas con un número, o de alguna forma que impida que el profesional que lo aplica, conozca su contenido. De esa forma no sólo se evita el sesgo del paciente, antes mencionado, sino la predisposición del propio médico, garantizando resultados fieles.
Triple Ciego: En los estudios triple ciegos, no sólo el paciente y el médico desconocen qué le fue administrado a cada grupo (o qué procedimiento les fue aplicado), sino que también lo desconoce el analista estadístico (que en la mayoría de los casos no es el mismo médico, sino un especialista). Los grupos son identificados con letras o códigos, y los análisis o comparaciones son hechos sin contar con una hipótesis preestablecida de que el grupo que reciba la droga en cuestión, o el procedimiento innovador, deba por fuerza ser mejor que el otro, o lo contrario.
El último tipo descrito es el más confiable, ya que trata de eliminar el sesgo en todas las etapas del estudio.
BUENISIMO..
ResponderBorrarEspero les haya quedado claro.